jueves, 23 de septiembre de 2010

ACTIVIDAD EVALUADA

Avances en la robotica: robots que andan como humanos

 



Tres equipos de investigación de las universidades de Cornell, Delft (Holanda) y el MIT han logrado construir robots cuyos pasos y movimiento se parecen a la forma de andar de los humanos. El robot desarrollado por el MIT también demuestra un sistema de aprendizaje nuevo, que permite que el robot se adapte de forma continua al terreno sobre el que se mueve. Estos nuevos avances en robótica podrían transformar los actuales sistemas de diseño y control de robots, y podrían ser aplicados al desarrollo de prótesis robóticos.



 
Los tres robots construidos en las citados universidades se derivan todos del mismo principio: suponen una extensión de varios años de investigación en robots cuyo sistema de movimiento tengan un diseño dinámico pasivo. Los robots de diseño dinámico pasivo son capaces de bajar una cuesta sin motor y su diseño fue inspirado en el tipo de juguete móvil que existen desde hace más de cien años.


La programación de los robots de Cornell y Delft es muy sencilla, porque gran parte del problema de los controles se soluciona a través del diseño mecánico del robot. El robot del MIT utiliza un programa de aprendizaje que aprovecha dicho diseño y permite que el robot se enseñe a si mismo a andar en menos de 20 minutos. Precisamente su apodo, "Toddler" (el término ingles para un niño pequeño que empieza a andar) se deriva de su capacidad de aprender a andar y la forma en la que lo hace.


Este modelo de robot es uno de los primeros robots en utilizar un programa de aprendizaje y es el primero en andar sin tener información previamente implantada en sus controles. Además el sistema de aprendizaje permite que el robot se mueva con eficacia por una variedad de superficies y, en el futuro, podría permitir que se mueven por terreno muy rocoso. Esto se debe a que el programa funciona con tanta velocidad que el robot puede adaptarse de forma contínua al tipo de terreno.

Avances en visión robótica: los robots podrán ver.




Un equipo de investigación dirigido por el experto en visión robótica Vladimir Brajovic, pretende crear un chip de imágenes que supere los efectos dañinos de iluminación arbitraria y permita que la visión robótica salga de la iluminación controlada de un laboratorio y entre en la iluminación errática del mundo natural. Los científicos ya han logrado el primer paso hacia su objetivo final: un programa que simula el circuito del chip y puede descubrir detalles escondidos en imágenes existentes. Este nuevo objeto óptico funcionará más como una retina que un sensor de imágenes tradicional.


De la misma forma en que las neuronas en el ojo procesan los datos antes de enviar señales al cerebro, los píxeles de este nuevo aparato podrán intercambiar información entre ellos sobre qué están viendo. Los píxeles utilizarán esta información para modificar su comportamiento y adaptarse a la luz para recoger información visual incluso en las condiciones más adversas.


En una demostración en línea, el plug in del simulador de programa, llamado Shadow Illuminator (Iluminador de Sombras) ha procesado más de 80.000 imágenes de todo el mundo. Al equilibrar la exposición sobre imágenes, eliminar “ruido” y mejorar el contraste, el programa reveló texturas que faltaban, mostró individuos escondidos e incluso descubrió características ocultas en imágenes de radiografías médicas.

Los robots podrán sentir

Según MIT Technology Review un equipo de investigación de la Universidad de Tokyo ha desarrollado sobre un plástico flexible una serie de transistores que son sensibles a la presión. Gracias a su flexibilidad, el plástico se podría envolver en un dedo de robot, formando un tipo de piel.


Este nuevo avance tecnológico de la robótica podría revolucionar el sector de robots, ya que hasta los robots más avanzados carecen de un sentido del tacto. Si fuesen capaces de "sentir", podrían desarrollar de forma mucho más eficaz tareas tales como la reparación de otras máquinas, la preparación de comida o el cuidado de las personas en hospitales o residencias para ancianos.


Según el director del equipo de investigación, Takao Someya, el nuevo material podría estar disponible para aplicaciones prácticas







Autores de publicación:
Amane Misa***Tsuki Roshio

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